1. Una sola bolsa es suficiente: al comprar pan llévatelo solo en la bolsa de papel. No pidas la de plástico. No la necesitas y produces menos basura.
2. ¿Ves el bombillito?: Cada luz de tus equipos eléctricos (cargadores, dvd, microondas, etc.) consume energía y genera CO2 que contribuye con el cambio climático. Desconectando todos los aparatos mientras no los uses, contribuyes directamente con el ambiente.
3. No botes el agua: Si el chorro de agua está abierto y tú, tu cara o tus manos no están debajo, estás desperdiciando el agua que otros necesitan. Lo has oído muchas veces, pero tenemos que decirlo de nuevo: cierra el chorro mientras te enjabonas, te cepillas o te duchas.
4. Menos líquido en la basura: Una buena parte del peso de la basura es agua. Eso limita la capacidad de los camiones. Escurriendo los desechos haces una gran contribución con la gestión de residuos sólidos.
5. 2 kilómetros de radio de acción: A un paso normal, podemos recorrer una distancia de dos kilómetros en menos de 30 minutos. Delimita tu “radio” de acción desde tu casa y tu oficina y acostúmbrate a caminar en ese perímetro.
6. El aceite en la botella: la contaminación de las aguas es uno de los principales problemas. Acostúmbrate a desechar el aceite de cocina ya usado dentro de una botella de refresco. Así evitas que miles de litros de agua se contaminen.
7. Para mascotas: si deseas tener una mascota tienes muchísimas opciones. Perros, gatos, hamsters, aves, peces, etc., todos domesticados y de venta legal. Por eso evita comprar loros, guacamayas, pericos, culebras que provienen del medio natural.
